viernes, 26 de diciembre de 2008

Un gran 25 de Diciembre

Ya acabo el mejor día del año. Que lástima, aunque siempre tendré los recuerdos de ese gran día.

Bueno, todo comenzó el día 24, levantándome tarde, como últimamente ocurre. Pero claro, las prisas hicieron que desayunase rápidamente para hacer la comida de el día siguiente con mi madre. Total, que empezamos tranquilamente con los platos más simples. Mi madre se encargo de hacer.... no, mi madre no hizo nada, se dedico a arreglarse las uñas. Bueno, la verdad es que no hubo mucho que hacer, tan solo el sushi pero ese era mi trabajo. Me salieron casi perfectos, salvo el arroz que se me quedo un pelin duro.

Ya a la noche, después de cenar, fui con mis padres y mi hermana a la casa de mis titos ( Basilio y Mª Carmen ), aunque el ir a su casa suponía que ibas a beber algo. Allí pues repartimos los regalos que teníamos para ellos, los abuelos y mis primos. Entre todos, me regalaron dos abrigos muy monos.

Todo iba genial, pero quedaba poco para que fuera la 1 de la madrugada y tuve que irme, ya que había quedado. Fui hasta la rotonda de las dichosas manos donde me esperaban mis amigos y bueno, fuimos de botellón a la Muralla. A pesar de los intentos por parte de mis amigos de que me emborrachase, logré mantenerme a salvo y no acabar como ellos. Debía mantener bien mi estado para la comilona del 25.

A la mañana siguiente, me levante de un salto, me comí una tostada y me puse a cortar el sushi en trocitos pequeños. El resto de la comida tan solo había que calentar y servir.

La comida, tanto de almuerzo y cena, constaba de una pularda rellena con puré de patatas y verduras, sushi con su wasabi y demás aperitivos.

Y bueno, al día de la gran comilona vinieron mi tito y tita, mi Oma y mi hermana. En total 7 conmigo y mis padres. Aunque faltaba alguien más, mi abuelo. El si que sabía alegrar la Navidad. Pero bueno, nos lo pasamos muy bien, aunque no tanto mi tito y mi tita que vinieron los dos con migrañas. Suerte que el wasabi del sushi les despejo un poco la presión.

Ya por la noche, cuando mis titos y mi Oma se fueron, subí a mi cuarto para descansar un poco. Aunque la verdad, es que estuve jugando con Alber a los jueguecitos del msn y nos contamos diversos chistes. Me lo pase genial, pero mira que nos costo irnos a dormir.

En fin, fue un día para recordar :)







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